Un hombre soltero es la incursión del diseñador Tom Ford en la dirección de un largo. En ella, el diseñador, ahora director, se centra en contar una historia sencilla, una historia de superación de la pérdida. Para ello, lo hace sin demasiados artificios, de hecho, utiliza lo que mejor sabe, la elegancia, y la narrativa visual.
El peso de la película lo lleva Colin Firth y la fabulosa fotografía que sirve de hilo narrativo del tobogán de sentimientos que el personaje lleva a flor de piel. En unos años en los que la homosexualidad era hasta peligrosa, el personaje se mueve entre los dilemas de ser invisible o no a los demás. La rabia de querer dejar de ocultarse a la vez que supera la pérdida del amor.
Recomendable para disfrutar de una historia sencilla narrada de forma muy visual, pausada y relajada.
7/10
